Un momento de transformación sostenible
Quizás como nunca antes, hoy estamos asistiendo a un momento de transformación (y transición, por ende) en nuestras sociedades hacia lo que será un nuevo sistema económico, de consumo y de producción. El escenario de cambio tenía ya como horizonte el año 2025 (aunque la gran mayoría de las empresas ya venía presentando planes a 2020), y será también para 2030 donde este nuevo modelo presentará sus primeros resultados consolidados y sus mejoras hacia adelante, gracias a los 17 ODS.
Asistir, ser protagonistas, a este cambio representa una oportunidad inigualable para nuestras generaciones, y las futuras por supuesto. No todos los actores que hoy conocemos podrán persistir hasta entonces. Quizás pensar hoy en cambiar el switch hacia el desarrollo sostenible ya sea llegar tarde. Ciertamente los que partieron antes, están viendo con otros ojos y mayor claridad este horizonte de transformación. Es por ello, que para muchos, será complejo transitar de un sistema a otro, básicamente por una falta de respuesta adecuada al Cambio.
¿Y esto que quiere decir? ¿Qué una empresa que no ponga en marcha prácticas de RSE y mida sus impactos sostenibles en los próximos años va a desaparecer? Esos son titulares que calzan bien para un tuit, pero la verdad no es que vayan a desaparecer, pero muy probablemente sean absorbidas por otras empresas que sí vengan con esa visión más clarificada y claro… la esencia de la empresa que no supo adaptarse se esfumará del mismo modo para dar paso a lo nuevo.
La transformación está en marcha y en América Latina lo estamos viendo no sólo en la gran cantidad de empresas que saben que este es el camino a seguir y ya lo transitando; sino aún más importante, lo estamos viendo y viviendo a nivel social en las principales urbes de la región: Programas de Movilidad Sostenible; Ciudades más Humanas (básicamente, más verde y más «caminables»); Transporte Masivo Sostenible propulsado por Gas Natural o Eléctricos; Techos Verdes y Jardines Verticales… y la lista de iniciativas puede seguir.
La oportunidad es con la Alta Dirección
Este contexto nos sirve para poner en foco algo que no debemos pasar por alto: es la Alta Dirección la que tiene que empezar a escuchar, convencerse y hacer alinear sus estrategias con este cambio al que asistimos.
Aún son muy pocos los CEOs o Altos Representantes del empresariado a nivel global que alzan la voz sobre el momento crucial que estamos viviendo como humanidad. Y es precisamente a ellos a quienes debemos empezar a dirigirnos e interpelar con mayor insistencia y también -porqué no- con mayor audacia.
Para que esto pase, los planes de capacitación de las empresas también deberían incluir a los Gerentes y Altos Directivos. Porque a las conferencias, de 45 / 60 minutos, no hay ningún problema en asistir. Pero, ¿Y una capacitación un poco más intensiva? Digamos, 16 horas como para empezar. O mejor aún, un curso online a medida de la empresa en el que el CEO también pueda ser parte como uno más y conocer a fondo estándares tan esenciales como ISO 26000 o GRI.
Luego también hay que atender a otro factor no menos importante: cuando el convencimiento de la máxima autoridad de la empresa se logra y «baja» la orden de iniciar un proceso de Sostenibilidad, el líder de equipo designado tiene que tener muy claro que hoy los equipos se arman de manera transversal y eso es un punto a «pelear» para la constitución de una Gerencia.
Una empresa con alcance regional o nacional, no puede contar sólo con un equipo en la sede central de la compañía: es necesaria la presencia de delegados o embajadores de la RSE en cada una de las oficinas distribuidas en el territorio, de ese modo, también se asegurarán que los procesos llegan a todos los lugares por igual y no son meras declamaciones desde un escritorio.
En definitiva, lo que nos deja como gran llamado o enseñanza este proceso de (r)evolución que vivimos, es la necesidad de trabajar cada día más en Red, articulándonos primero hacia el interior de la organización (lo que a priori sería más sencillo pero habitualmente se deja para lo último) y luego con otras empresas y organizaciones que también trabajan en el mismo escenario.
Hacia adelante no nos queda mucho tiempo más: en 2025 el cambio ya estará más que instalado en todos los ordenes. Prepararse para ese tiempo, debería ser tu gran apuesta hoy. Esto es como la dieta: el que la empieza el lunes es el que tiene más chance de perserverar. No seas de los que diga hoy, tras leer esto: «Empiezo el próximo Lunes». Tu oportunidad de ser parte del Cambio es HOY.
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Más que conceptos y teorías, la transformación es algo que se experimenta y se vive a diario, donde uno es el observador.
Claro que el «Desarrollo Sostenible» y la «Economía Verde» son el futuro mundial, pero la mayoría de empresas en Guatemala asociadas a la RSE son parte de la cadena alimenticia y farmacéutica que es nuestro veneno diario, están intoxicando y envenenando a la población, así no puede existir RSE, además de promover el consumismo y la dependencia de empleaduchos dóciles. Los invito a que conozcan y se involucren en una propuesta única sobre desarrollo sostenible aca en la Antigua Guatemala, me pueden seguir en http://www.facebook.com/#!/Pachamama.Organic.Shop