Argentina y la destrucción del Capital Social
Gustavo Grobocopatel es conocido en esta región de América Latina como El Rey de la Soja. Es un empresario que, desde un pueblo del interior de Buenos Aires, ha creado un fenomenal negocio agropecuario que hoy se estudia hasta en Harvard.
Grobocopatel es además un referente ineludible a la hora de hablar de la articulación de la Responsabilidad Social en el sector agropecuario, porque como él mismo señala, los empresarios como él están «preocupados por los temas sociales; y por los medioambientales, ni hablar».
El Rey de la Soja concedió una entrevista para el suplemento Enfoques del diario argentino La Nación y aprovechó también para ofrecer su visión sobre cómo el gobierno de Cristina Fernández y el ex presidente en funciones, Néstor Kirchner, han destruido el «poco capital social» con que contaba el país.
Usted sabrá que Argentina tiene niveles altos de corrupción y que para bailar el tango hacen falta dos..
….la corrupción no es hoy el principal problema de la Argentina, ni tampoco lo era durante el menemismo. Ojo, no digo que no haya, ni que no exista. El principal problema para mí, y la principal crítica que yo le hago a este gobierno, es la destrucción de capital social. Es decir, su incapacidad para estructurar procesos colectivos para resolver problemas comunes. Ya teníamos poco capital social, y ahora, con todo lo que pasó desde el año pasado, se terminó de destruir. Creo que el gobierno de turno, por su liderazgo, tiene una mayor responsabilidad en facilitar y crear estos espacios de encuentro.
-¿Alguna vez se sintió culpable por ganar tanto dinero en un país con niveles elevados de pobreza?
-Creo… creo que la gente debería ponerse contenta cuando un empresario gana dinero. Eso ocurre en todos los lugares que yo he conocido, menos acá. Acá alguien que gana dinero, en cambio, no está bien visto. Porque, además de la idea de que el esfuerzo no vale la pena, existe la creencia popular de que para que unos ganen, otros tienen que perder. […] Ahí hay un tema cultural profundo que los argentinos tenemos que revisar: la torta puede crecer, y todos podemos ganar.
-Quizá sea porque, a veces, algunos empresarios dan la sensación de estar preocupados por la rentabilidad y no por el equilibrio social o por el equilibrio ecológico. A raíz de la sojización, usted particularmente, afronta críticas de las organizaciones ecológicas.
-No, no es así; al menos, los empresarios que yo conozco estamos preocupados por temas sociales. Y por los ambientales, ni hablar… Es al revés: el sistema de agricultura con siembra directa ha dado muestras de enormes beneficios.
-Por el alto nivel de productividad, dice usted…
-No, no solamente. También por la conservación de los suelos. Ha resuelto los problemas de degradación y erosión que eran gravísimos años atrás, en la década del 40 por ejemplo, porque, además, los agroquímicos que se están usando ahora son mucho más amigables con el medioambiente. Y fijate: quienes más hemos hecho por el cuidado de la ecología, al menos en mi sector, fuimos los empresarios, y no el Estado. Ha habido un gran avance en el tema de los agroquímicos que usamos y, por supuesto, hace falta avanzar mucho más.
Grobocopatel también dice que se sentaría a debatir con Greenpeace acerca de los desmontes y el avance de la llamada sojización; y además habla de su experiencia como empresario de la «sociedad del conocimiento» en la que otros valores son necesarios para encarar los negocios y producir más.
La entrevista completa podés leerla acá
Otros artículos interesantes de este domingo:
- Entrevista a Amartya Sen: «Necesitamos una una alianza entre el Estado y el Mercado»
- Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial: «La Edad de la Responsabilidad»
¿Te gustó lo que leíste? ¿Tenés otra visión para aportar? Por qué no dejás un comentario abajo y continuás la conversación, o te suscribís a mi feed y lees artículos como este enviados a tu lector de feeds.
Comentarios
No hay comentarios todavía.
Deja un Comentario