La niñez como eje prioritario de la RS
El 11 de junio último se conmemoró, una vez más, el Día Mundial de la Erradicación del Trabajo Infantil, lo que motivó la publicación de diversos artículos estadísticos en periódicos de todo el mundo.
En la Argentina, una cifra dio la voz de alerta: el 30% de los chicos de entre 5 y 14 años trabaja (algo así como 2 millones de niños, 500 mil más que en 1998).
El estudio, difundido oportunamente por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), puede multiplicarse por 10 si llevamos esas cifras a todo Latinoamérica, donde 1 de cada 5 niños de entre 5 y 14 años trabaja.
Si bien es cuestionable la normativa de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) que fija la edad de 15 años para que un niño comience a trabajar, varias empresas argentinas fueron denunciadas por contratar mano de obra infantil.
La cadena de supermercados Disco, del grupo holandés Ahold, redujo la mano de obra infantil en sus sucursales de la región de Cuyo (Mendoza, San Juan, San Luis y La Rioja) a pesar que sigue empleando a tres niños (según denunciaron los periodistas Maximiliano Montenegro y Reynaldo Sietecase en el programa «El Lado Salvaje», por Plus Satelital).
Consultada la web de Disco, no existe comunicado alguno por parte de la empresa en sus secciones de Prensa y Acción Comunitaria.
Una cara diferente muestran Movicom Bellsouth y Visa Argentina.
En el caso de la compañía de telecomunicaciones es una de las contadísimas empresas que ha encarado un proyecto contra el trabajo infantil. Se trata de Proniño, un programa llevado adelante en conjunto con la ONG Conciencia.
El eje de este proyecto está basado en un Fondo de Becas, para ayudar a aquellos niños con mayor riesgo de abandonar la escuela forzados por el trabajo.
Según la encuesta de Unicef, el 58% de los chicos de 13 a 17 años que trabaja no va a clase.
En el caso de Visa, la operadora de la reconocida tarjeta de crédito ha llevado adelante acciones de RSE junto con Unicef, toda una eminencia en la tarea contra el trabajo infantil.
A sus acciones centradas en Chaco, Salta y la ciudad de Rosario, Visa estuvo en uno de los peores momentos de la Argentina: después de la crisis socio/político/económica de diciembre de 2001.
Ante el avance a través de los medios de los índices de desnutrición infantil, en abril de 2002, junto a Unicef, llevó soluciones para 250 mil niños en todo el país.
Esta observación no debe ser menor. No son pocas las empresas que eligen a entidades no gubernamentales o de respaldo internacional para llevar adelante sus programas de responsabilidad social.
La explicación parece sencilla: muchas compañías, como Ahold, Shell, Enron (en su momento, y en referencia particularmente a las extranjeras), han estado envueltas en maniobras financieras poco claras. Ante esta situación, sus programas de RSE «ayudan» a «limpiar» esa imagen «irresponsable» que se cuela a través de los medios y para evitar que las sospechas también se posen sobre sus acciones comunitarias eligen el respaldo de reconocidas entidades.
Este razonamiento lo explica de manera muy clara Pablo De León, Coordinador General de Programación de AM 910, La Red, de Buenos Aires: «En relación a estas campañas, nosotros las promovemos y difundimos, pero no tocamos nada de las donaciones, o sea, las donaciones van directo al lugar, por una cuestión de que sea más directo».
La Red, emisora de Ávila Inversora, llevó adelante durante mayo último el programa «La Red de Manos Solidarias», a través del que, según bien explica De León, la radio ofició de intermediario entre los donantes y los beneficiarios.
Las cifras sobre el trabajo infantil son alarmantes, pero también llama la atención que sectores empresarios acusados públicamente (como el tabacalero) de utilizar menores en su cadena de producción no comuniquen su posición al respecto en sus sitios web y al mismo tiempo, por citar un ejemplo, la Cámara del Tabaco de Salta (provincia argentina donde se registraron casos) haya adherido el pasado 9 de junio a la «Declaración de Empresas Argentinas contra el Trabajo Infantil».
Las empresas, aún eligen mantenerse en el silencio, inclusive con acusaciones serias como las aquí mencionadas. Un gesto positivo consistiría en no considerar al tema como un hecho menor.Este artículo está dedicado a la memoria de Iqbal Masih y a la de tantos otros niños como él.
¿Te gustó lo que leíste? ¿Tenés otra visión para aportar? Por qué no dejás un comentario abajo y continuás la conversación, o te suscribís a mi feed y lees artículos como este enviados a tu lector de feeds.
Comentarios
No hay comentarios todavía.
Deja un Comentario